domingo, 27 de octubre de 2013

EXPOSICIÓN JESÚS ARANCIBIA (MUSEO DIOCESANO DE ARTE SACRO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA)




 Voy a mencionar una exposición que vi en mis vacaciones a canarias trata del arte sacro en Gran Canaria y es del artista Jesús Arancibia  que realiza obras religiosas es con el propósito de señalar algunas de sus características más peculiares, de inmediato suscitará nuestra atención la tipología resueltamente  de racismos

 Formado de la pintura religiosa. Me explicaré: La tradición en que nos movemos desde el siglo XVI ha fijado indeleblemente la personalidad del arte religioso. Los hermanos Carracci, que comienzan su trabajo a fines de ese siglo, transforman el elaborado simbolismo de la época manierista en una alegoría firme y lineal que origina la significación de la imagen devota. Ellos fijaron fórmulas que aun hoy permanecen: la cruz, el resplandor de la hoguera, los lirios, las calaveras, las miradas al cielo, el éxtasis del amor y del sufrimiento, Jesús Arancibia, en la ejecución de su pintura religiosa, se ha apartado radicalmente de esta tradición simplista y aristocrática del arte católico. Más, paradójicamente, su forma de hacer tiene raíces en ese mismo siglo XVI de los Carraci, aunque –claro es un pintor bien distinto de éstos: Caravaggio es un pintor audaz, rudo, sin concesiones algo que hecho de menos en las obras de Arancibia. Su pintura, como la de Caravaggio, carece de la "grandeza" y de la "nobleza" propia del arte religioso de los últimos cuatro siglos. Es, por el contrario, un ensayo de aproximar al hombre del pueblo las significaciones ambientales de la ética religiosa ofreciéndosela en su misma realidad étnica. La sobriedad expresiva del color de Arancibia  nos incita a la especulación sobre el más allá; la cita de un simbolismo más o menos tétrico nos impide especular con el miedo, , tan próximo al volumen escultórico que parece tallado en piedra dura o cincelado en metal, nos conecta con la tipología campesina de nuestras. Tan verosímil identificación que no podemos menos que olvidarnos de las santas personas que representan y quedarnos con los hombres que somos. En resumen: estas pinturas nos hablan con un lenguaje funcional y directo. Nos proponen, como un avatar cotidiano, el hallazgo de la fe: hallazgo espontáneo, como el del sol o el de la lluvia. El dramatismo y aspiración de las formas es el dramatismo y aspiración de la tierra; no la pacífica beatitud de la pradera celeste; ni el torturado hoyo del infierno. El arte de Arancibia, y el de Caravaggio, es, hoy, justamente apreciado porque sus formas expresan la más honda religiosidad en contenidos auténticamente populares. En este sentido, la aportación de Jesús Arancibia al arte religioso debe entenderse como una renovación. Supone, también, un nuevo concepto de la religiosidad, de acuerdo con la inquietud del hombre contemporáneo: ir hacia Dios no sólo con el razonamiento o con el estupor y miedo que nos causa lo sobrenatural, sino como propone por la emoción que suscita en nosotros una representación física cuyo material, lo compone los hombres y las tierras que vernos cada día.




No hay comentarios:

Publicar un comentario